El vuelco americano
Desde hace ya bastante tiempo, y es algo compartido por muchos más, no puedo evitar una sensación de tristeza y, a la vez, de rabia, a la vista de la situación de Iberoamérica. Se trata de un continente por lo general bastante rico, con abundantes materias primas, riquezas minerales y gente afectuosa. Sin embargo, pasan los años, las décadas, y sigue sin poder levantar cabeza. Por los años sesenta y setenta abundaron los golpes de Estado, sin que se lograra llegar a una etapa de estabilidad que durase más allá de una o dos legislaturas.